20/6/13

Lasswell y las redes sociales

“Cuando se acerca el fin, sólo quedan palabras. Palabras mutiladas y desplazadas, palabras de otros. Fue la pobre limosna que le dejaron las horas y los  siglos”. Estas líneas finales del cuento “El Inmortal” de Jorge Luis Borges, parecen calzar a la perfección en la era de las redes sociales, en que se han producido notorios cambios de paradigmas en la comunicación de un mundo globalizado.

Hoy ya parece obsoleto el viejo modelo comunicacional planteado por Harold Lasswell antes de la Segunda Guerra Mundial, en el que se atribuye un poder prácticamente irresistible al emisor del mensaje frente al receptor, que, en actitud pasiva, se deja influir y arrastrar  por el mensaje como una oveja en medio del rebaño. La emisión del radio teatro de Orson Welles, “La Guerra de los Mundos” en 1938,  que sembró el pánico entre millones de norteamericanos que creyeron ser víctimas de una  invasión extraterrestre, fue la mejor prueba de la validez de dicha teoría.

En nuestros tiempos, cuesta pensar que un solo medio de comunicación pueda generar ese impacto. 75 años más tarde, la población tiene una oferta infinitamente más amplia, y ha tendido a desarrollar un mayor sentido crítico frente a lo que ve, lee o escucha... Pero claro, hay cosas que no cambian.

En tiempos de las redes sociales, donde ya no sólo hay un emisor, sino que las fuentes se encuentran atomizadas, es claro que aumentan también los riesgos. Si bien son muchos los que controlan pequeños medios, no son pocos los que han aprovechado su cara negativa: no todo lo que aparece en redes  es cierto, y muchas veces un mensaje falso puede ocultar otros fines. Porque si algo no ha cambiado desde los tiempos de Lasswell, es que el mensaje nunca es neutro.

FBP/ Artículo publicado en Diario Concepción el 20.06.2013.